¿Porqué hay personas que se dejan consumir sin sentido?, quizá porque... realmente necesitan algo en que creer.

¿Porqué hay gente que se engaña a sí misma?, quizá porque... no se conocía realmente.

¿Porqué hay gente que creemos conocer y de pronto desaparece delante de uno?, quizá porque... esperábamos más de quien no podía serlo.

Quizá porque, es el título de una canción de Sui Generis:

...

Quizás porque soy un mal negociante

no pido nada a cambio

de darte lo poco que tengo, mi vida y mis sueños

...

¿Vale la pena en verdad?, aún no lo sé.  Eso me falta por descubrir, aunque he descubierto mucho esta semana.

He descubierto que tan hondo se puede ver caer a una persona querida sin poder tenderle la mano, solamente porque sabes que no la puede sostener, porque no la quiere ver, porque sabes que solo quiere seguir cayendo.  Cuantas veces más tengo que quemarme la mano para que sea visible.   Estoy a punto de no hacerlo más, y claro sería lo más sano para mí, pero es posible darle la espalda a una persona que vemos consumirse.  No lo creo.  Y que si esta persona te vio consumirte y no te tendió la mano, sino te dio las palmaditas cojudas en la espalda, de esas que damos al vecino.  Pues igual, no lo creo.

Como dice Marcus Wright al final de la película, todo merecemos una segunda oportunidad.  Pero ¿Podemos darla?   Quizá... Pero, hasta que punto la merecemos si es que es cierta esta frase.

"No hay mas destino que el que nos forjamos nosotros mismos", muy cierto, y con esta frase acaba la película que vi esta noche, muy buena por cierto.   Por eso entiendo que mi destino, ahora es diferente.  Aúnque mi mano sigue ahí... ya me empece a forjar mi nuevo camino.